El pasado noviembre, el consistorio de Águilas presentó una petición para colocar gálibos en distintas zonas naturales, incluyendo las playas de La Carolina, La Higuerica y El Arroz. Esta petición, dirigida a la Demarcación de Costas del Estado y a la Dirección General de Medio Ambiente de la Región de Murcia, busca autorización para instalar barreras de 2.10 metros de altura. Estas barreras permitirían el acceso y estacionamiento de coches, pero restringirían la entrada de vehículos más altos.
Mari Carmen Moreno, alcaldesa de Águilas, ha indicado que, aunque no se oponen al turismo en autocaravanas, es necesario regularlo, especialmente en invierno, cuando la llegada de estos vehículos es difícil de controlar por la policía y puede afectar negativamente a los espacios naturales. Moreno recuerda que está permitido estacionar estos vehículos, pero no acampar ni pernoctar, según las normas vigentes.
La alcaldesa propone que las barreras solo se instalen entre octubre y mayo y que permitan el acceso al personal de emergencia y limpieza. Subraya que el objetivo es regular la llegada intensa de autocaravanas en invierno y aconseja utilizar áreas designadas como campings y zonas de descanso para autocaravanas.
Por otro lado, Juan Rafael Miñarro, presidente de la Asociación autocaravanista de la Región de Murcia, critica la medida, considerándola una restricción innecesaria y apunta que, según la ley española, no es viable. Recuerda que varios ayuntamientos han tenido que retirar gálibos tras ser denunciados por esta razón.
Miñarro defiende que el turismo en autocaravanas beneficia económicamente a los municipios y argumenta que, aunque existan excepciones, la mayoría de los autocaravanistas son respetuosos con el medio ambiente.
Destaca en este sentido que la Dirección General de Tráfico actualizó el año pasado las normas sobre autocaravanas y campers, diferenciando entre estacionamiento y acampada. Un vehículo se considera estacionado si solo está en contacto con el suelo a través de sus ruedas, no ocupa más espacio del habitual, y no emite ruidos ni fluidos, sin tener obligaciones diferentes a otros vehículos de características similares.